Se fue volando entre las nubes blancas sin aviso alguno,
ocurrió sin más, en el momento más inoportuno.
Aún veo brillar su espada,
como la plateada purupurina de sus alas.
Aunque se marchara, sigue siendo guerrera,
dando luz a todos los que la quisieran.
No, no fue justo,
pero su lucha es mi más fuerte impulso.
Ahora pido que me ilumine
y que su destellante huella a mi lado camine.
Cuando tengo miedo de nuevo,
recurro a aquellos mágicos recuerdos,
en los que ella me animaba,
incluso cuando más fuerte y duro luchaba,
nunca me abandonaba,
ni en las buenas , ni mucho menos en las malas.
Era quién nos protegía con su escudo,
con su sonrisa en los momentos más duros.
Sé que ella me está empujando,
para que mi alma siga sanando.
No permitiré que el dolor me venza,
ya he superado cientos de tormentas.
Su guerra incansable me dio fuerzas,
y su Amor sigue viviendo en cada pequeño ser de la bella Naturaleza.
Sé que está a nuestro lado,
que ve todo lo que hemos pasado.
Querido viento,
eres los brazos del infinito Universo.
Por favor quiérela,
y dila que no la vamos a olvidar.
Su recuerdo es fuerza y debilidad,
es calma y tempestad.
Ella fue quien me enseñó que la Felicidad,
en cada instante la podemos encontrar .
Hay que aprender a vivir cada segundo,
como si fuera el fin del mundo.
Quiérela querido viento,
quiérela como yo lo hago en los más profundos recuerdos.
Que el Amor es infinito,
y sé que vuela con cada palabra que la hayamos escrito.
Quiérela,
para que por la eternidad,
veamos su luz brillar.
